¿Cuál es la relación entre estrategia e innovación?

Bajo la concepción tradicional de estrategia y de innovación, parece ser que ambos términos no tienen mucho en común.

El primero está principalmente concentrado en la generación de planes para un plazo determinado y en la asignación presupuestaria de recursos. El segundo, por su parte, está focalizado en el desarrollo de nuevos productos o tecnologías. Dejado en manos de los departamentos de investigación y desarrollo. Al menos que uno de los planes sea el lanzamiento de un nuevo producto, estos dos aspectos nunca se cruzan.

El entorno está plagado de disrupciones técnicas y sociales y existe una rápida saturación de mercados con un fuerte grado de convergencia estratégica. Por eso ambos términos hacen mucho sentido cuando actúan conjuntamente.

Estrategia

Hacer estrategia no es configurar planes o presupuestos. Esa es una segunda etapa. Más bien, hacer estrategia es pensar en cómo voy a lograr diferenciarme en el mercado. Qué debo hacer para cambiar las reglas del juego, qué nuevos modelos de negocio debo utilizar para modificar significativamente la estructura de valor de mi negocio.

Innovación

Por su parte, innovación no es sólo el desarrollo de nuevos productos o tecnologías. El contrario, innovación es el diseño e implementación de nuevas ideas que permitan crear valor. Aparte, lo más probable es que la creación de valor se encuentre no sólo en el producto o la tecnología. Sino que en la combinación estratégica de componentes (productos, competencias, marcas, canales, alianzas, relaciones con clientes) que configuren un nuevo concepto o modelo de negocios que agregue valor en el mercado.

Desde esta perspectiva entonces, la relación entre lo que es generar una estrategia ganadora y una innovación es muy estrecha. Vivimos en un mundo lleno de discontinuidades. El logro y la sustentabilidad de la ventaja competitiva se hace cada vez más difícil de conseguir. Por ende, donde la innovación estratégica es más y más importante.