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Solo los paranoicos sobreviven

Según Andy Grove, fundador de Intel, para poder sobrevivir, las empresas deben ser un poco paranoicas, en el sentido de no estar nunca cómodas con la posición que ostentan en el mercado y ser obsesivas por estar constantemente detectando los puntos de inflexión estratégicos.

Hace poco tiempo atrás me topé con un libro, con este mismo título, escrito en 1996 por Andy Groove, fundador de Intel. Al igual que posiblemente les pasó a ustedes al encontrarse con esta columna, me llamó la atención el título, por lo que me puse a leerlo.

Grove plantea que a él le angustiaba que sus productos pudieran quedar fuera de mercado, de que las plantas manufactureras quedaran obsoletas, de no contratar a las personas correctas, de que la competencia descubriera mejores maneras de conquistar a los consumidores, pero, sobre todo, de no descubrir a tiempo los puntos de inflexión estratégicos.

Un punto de inflexión estratégico es un cambio en la tendencia de la curva donde una empresa tiene que enfrentar un cambio 10X. Sería, por ejemplo, cuando llega un supermercado Líder a una ciudad donde solo había locales pequeños, o cuando irrumpe una tecnología que altera completamente los parámetros competitivos (por ejemplo, los dispositivos para medir en forma remota ciertos estados de salud, como la presión, el nivel de azúcar, el peso, etcétera). También cuando los hoteles se ven enfrentados a una disrupción como la de Airbnb.

El problema de estos puntos de inflexión estratégicos es que son difíciles de detectar, pero no imposible. Por lo general ocurren de a poco primero y luego en forma abrupta. Suele ocurrir que empieza a existir una sensación de que hay algo diferente, que los consumidores están actuando distinto, que la competencia disruptiva está apareciendo en otros países o que lo que uno lee suena de otra forma.

Luego, tiende a ocurrir una cierta disonancia entre para adónde dice que va una empresa y lo que ocurre en los niveles más operacionales, que son los que más rápido perciben los puntos de inflexión, por la cercanía que tienen con el mercado. La suma de estos dos puntos debería empezar a generar inquietudes.

CONSEJOS

Si bien es difícil captar las disrupciones, no es imposible. Aquí señalo algunas recomendaciones:

– Ser proactivos y estar constantemente estudiando, analizando y debatiendo formalmente las señales que vayan apareciendo en el entorno. Afortunadamente, las señales no aparecen de repente, sino en forma paulatina.

– Tener cuidado con ruidos que no son puntos de inflexión estratégicos (por ejemplo, no embarcarse con tecnologías que aún no han sido probadas en el mercado).

– No descartar de plano la intuición y el instinto. Si bien los datos son importantes, pueden no servir ya que por lo general analizan el pasado. Los métodos más cualitativos suelen ser más efectivos cuando se trata de modelar el futuro.

– Conversar con la línea y con expertos. Muchas veces los empleados que están en la línea tienen un mejor pulso de lo que está ocurriendo en el mercado. Y por cierto, es clave saber escuchar a quienes tienen visiones distintas de la sociedad.

– Crear un ambiente interno en la empresa en donde se genere una pasión por ganar en el mercado. Por lo demás de eso trata la estrategia. Hay que crear un sano temor por la disrupción, y enfrentar la incertidumbre de los tiempos actuales con la firme intención de estar siempre agregando valor.

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